La globalización se percibe en muchos ámbitos pero, sin duda, uno en el que es más visible es la gastronomÃa. La cocina internacional ha inundado las ciudades de todo el mundo con un abanico de propuestas amplÃsimo. Restaurantes chinos, japoneses, italianos e hindús han surgido en todo el planeta para enriquecer la alimentación de niños y adultos. Pero si hay una gastronomÃa triunfante en una holgada mayorÃa de paÃses es la mexicana. Hace treinta años abrir un local de mexican food en Madrid era toda una excentricidad. Hoy es algo tan normal como inaugurar un bar de tapas.
Y es que los platos del paÃs de Zapata resultan muy atractivos para el paladar de muchas personas. Sus combinaciones de carnes, verduras y quesos, todos ellas aliñados con sabrosas salsas, resultan irresistibles en los cinco continentes. Tanto la auténtica cocina mexicana como la variante tex-mex, es una fórmula exitosa a la hora de congregar a los comensales alrededor de una mesa.
Restaurantes como Las TaquerÃas han ido más allá y han convertido estas delicias gastronómicas en todo un arte culinario. Pocos son los que se resisten a degustar unos crujientes chilaquiles (totopos con salsa mexicana, queso, pollo, crema y pico de gallo) o unas quesadillas, unas tortillas dobladas con queso en su interior. Otro plato tÃpico de la cocina mexicana es la enchilada, una tortilla de maÃz bañada en salsa picante. Y no podÃamos dejar de hablar de uno de los platos estrella: los tacos.
En su sencillez radica la clave de su éxito entre los amantes de la gastronomÃa mexicana. Se trata de una tortilla, de harina de trigo o de maÃz, aderezada con carne (pollo, bacon, cerdo, ternera…) y otros ingredientes (pimiento, cebolla, chile, etcétera). De esta forma, el taco admite innumerables combinaciones, a cada cual más deliciosa. La popularidad de la cocina mexicana es tan grande que este tipo de platos se comen en múltiples paÃses de todos los puntos del globo. No importan las diferencias económicas, sociales y polÃticas, la pasión por la gastronomÃa charra es un elemento que unifica culturas.